Tras cinco años acudiendo prácticamente todas las semanas a la biblioteca de la universidad en busca de información útil, para elaborar una reseña, un trabajo de investigación o simplemente para complementar una asignatura, me he dado cuenta de que nunca he utilizado los llamados "recursos electrónicos" que nuestra biblioteca nos brinda. Cada vez que entraba en el catálogo Atenea e introducía unos patrones de búsqueda seleccionaba únicamente esa parte de la colección que se encontraba físicamente en la biblioteca.
No sé si fue por costumbre, o simplemente por ignorar lo desconocido, pero podría decir que he pasado por la Universidad sin aprovechar un único recurso electrónico de la biblioteca. Las publicaciones en formato digital, sobre todo revistas y artículos relacionados con la investigación, están a la orden del día, y las bibliotecas universitarias ponen a disposición de toda la comunidad estos recursos que bien empleados podrían resultar muy útiles. Además, este formato resulta mucho más económico a las propias bibliotecas, y también a los propios usuarios ya que, además de no incurrir en un gasto en papel, las revistas y/o artículos pueden ser utilizados por todos los usuarios al mismo tiempo. Éstos por su parte pueden acceder a la información de la biblioteca sin necesidad de acudir a ella, ya que desde cualquier puesto con acceso a internet, las bibliotecas suelen ofrecer este servicio a sus usuarios.